Cuaderno de bitácora: Día 2

28/06/11

Es martes y las sensaciones no podían ser mejores. Ayer entré por primera vez en una universidad y aunque parezca extraño, me entraron «ganas de empezar un nuevo curso y volver a estudiar». Sí, es una locura, no creo que nadie en su sano juicio afirmara algo semejante, y más después de haber estudiado tanto como lo había hecho este año… pero es cierto. Supongo que ahora mismo os estaréis riendo de este primer párrafo que acabo de escribir y no os culpo. Pero al menos dejadme «enseñaros» qué es lo que he hecho este martes.
Hoy no os puedo contar nada relacionado con el «casco invisible» porque mi amigo, no me ha acompañado: tocaba coger autobús. Como siempre, llevaba mis cascos puestos durante el trayecto. Rise Against y Foo Fighters trataban de hacerme más «agradable» el camino hasta mi nuevo «hogar»… pero a punto estuvieron de convertirse en mis enemigos cuando el conductor me indicaba haciendo señas, que era la última parada y yo no le escuchaba. «Bien, primera cagada.»
Todo se ve distinto cuando te das cuenta de que estás en la universidad. Los edificios te parecen más altos (la mayoría lo son), las aglomeraciones de gente parecen no acabar jamás, el aire te parece más fresco, la hierba más verde, los colores más vivos, el tiempo parece detenerse… Bueno, quizás no haya llegado a experimentar todo esto, pero con pensarlo ya me siento satisfecho.

Centrándome ya en lo que realmente «interesa», las prácticas de hoy relacionadas con la música electrónica han tenido un «protagonista» que ha eclipsado al resto: el Chamaleon. Obviando el significado que cada uno se haya hecho sobre el nombre del aparato en cuestión, debería de dar más información sobre el mismo. Podría decir que es un equipo sintetizador de sonidos que cualquiera puede adquirir en tiendas, pero «oh, pobre de mí» estaría cometiendo un error, ya que está basado en el cada vez más difundido, concepto de hardware libre. Esto no significa nada más que todos sus componentes son de «libre acceso» y cualquiera puede experimentar con ellos. Carlos ha tratado de que comprendamos lo tremendamente útil que está siendo esta técnica a la hora de compartir y difundir conocimientos.

También he podido constatar por mí mismo la potencia de MatLab. A priori puede parecer el «típico programa con el que, escribiendo unas cuantas líneas de código (todas ellas ilegibles), consigues que tu ordenador realice alguna operación», y en parte es así. Pero lo cierto, es que sus funciones van más allá de todo eso, con él puedes realizar desde tratamiento fotográfico, hasta operaciones matemáticas, pasando por la edición de sonido incluso. Un programa realmente interesante al que espero poder «conocer más a fondo» algún día.

«… Alguien llama a la puerta…Despertamos de un sueño para volver a la realidad…y de paso, almorzar…»

Después de dos clases consecutivas sobre el proyecto de música electrónica, tocaba conocer qué era y en qué consistía realmente aquel taller de óptica. La respuesta no tardaría demasiado en llegar, y Daniel fue el encargado de proporcionárnosla.

Una serie de diapositivas que explicaban los conceptos más básicos de la fibra óptica. Simplificando en gran medida los términos, se puede resumir que ésta permite la transmisión de información gracias a su capacidad de transportar la luz, la cual debido a que se desplaza en forma de ondas, nos permite distinguir entre 1 (ondas) y ceros (lugares «vacíos»).

También nos comentaba que la fibra óptica está compuesta por dos tipos de capas: una de mayor diámetro que tiene una composición con ciertas diferencias respecto a la otra capa.

A medida que avanzaban la «bullets» del PowerPoint, la información comenzaba a desbordarme. Los rayos de luz deben entrar a la fibra óptica con un determinado ángulo (ángulo crítico), ya que de no ser así, se perdería casi en su totalidad; existen dos tipos, las multimodos y las monomodos (que tiene el núcleo más pequeño); el número de cables puede variar desde un cable hasta más de un centenar… «That’s too much information».

Esta clase había sido bastante más «intensiva» que las de Carlos, lo que me dejó con bastante hambre. ¡Sin problemas! Un pasecito más por las cercanías de la ETSI y a comer una buena fideuá en «La VellA».

Ya solo quedaba un obstáculo entre mi estancia en la UPV y mi viaje en autobús de vuelta a mi casa: una conferencia sobre cómo hablar en público. Me parecía algo irónica esta actividad. «Un tío nos iba a explicar, en su propia conferencia, cómo hablar correctamente en público, es decir, que si él nos debía explicar esto mismo, se estaba autodefiniendo como un ejemplo a seguir. En una palabra: prepotencia.»

Tras este polémico pensamiento que nadie más que yo pudo conocer, apareció ante mí, el citado presentador.

Entonces, desearía haberme podido tragar aquellas palabras. Demostró tener una gran fluideza y logró conectar de una forma realmente buena con su público. «Mi objetivo, y el de todos vosotros, debe ser conocer y satisfacer los intereses del público». Lo dicho, un ejemplo a seguir (el modo ironía estaba en Modo OFF desde el principio de este párrafo).

«…Cada vez que recorremos las escaleras de la ETSI, me parece estar viajando a un nuevo mundo, una zona perdida en la Tierra de la que no había tenido constancia hasta hace unos días, de la que quiero investigar y averiguar más cosas sobre ella. Me encantaría empaparme de sus conocimientos, conocer los pensamientos de todos sus «discípulos», ser parte de ella. El ambiente es distinto aquí, eso está claro…»

Puede que «las Teleco» no se vayan a convertir en mi opción de estudio, pero al menos esta experiencia sí que debe «obligar» a todo el mundo a aprender en una universidad.

«En el futuro habrán dos tipos de personas: las que estén a merced de las máquinas y los que controlen esas máquinas».

NOTA: Todo lo escrito anteriormente no ha estado manipulado por nadie relacionado con la UPV o, en su defecto, por la Conselleria d’Educació. Todo parecido con la realidad, puede ser meramente casualidad.



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